Los sistemas de riego por goteo subsuperficiales distribuyen los flujos de agua a una velocidad lenta de una manera muy uniforme. Un sistema diseñado adecuadamente y al cual se le ha hecho el mantenimiento apropiado debe de durar más de 20 años.
Un programa de mantenimiento incluye: limpiar los filtros, lavar las líneas, agregar cloro e inyectar ácidos. Si se llevan a cabo estas medidas preventivas se puede evitar la necesidad de hacer reparaciones mayores y extender así la vida del sistema.
El propósito del mantenimiento preventivo es evitar que los emisores se tapen, ya que los sólidos suspendidos, la precipitación de magnesio y calcio, los óxidos y el sulfuro de manganeso-fierro, las algas, las bacterias y las raíces de las plantas pueden tapar los emisores.